Hoy quiero hablaros de la ayuda que ofrecemos y de como la ofrecemos.
Está claro que todo el mundo no tenemos la misma condición física, ni psíquica, pero eso no es motivo para sentir pena por otra persona. Una persona discapacitada, no es menos feliz que tú, la gran mayoría son autosuficientes. Muchas veces, tendemos la mano en ocasiones que no debemos y sobre todo, de la manera que no debemos.
Tenemos que saber como y cuando actuar, sabemos que es difícil, pero la principal manera, y más sencilla, es tratarlos de tú a tú, como un igual, porque lo son.
Es solo una apreciación que queremos dar, mucha gracias por vuestra atención.
Dunia Fuentes Chergui
1º Trabajo Social.
Línea 2. EPD 23.
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